domingo, 27 de febrero de 2011

Detectives de librerías


Iniciamos una recorrida por librerías de Buenos Aires. Nuestro ojo interrogador se detiene en la sección de poesía argentina. Vemos el espacio que tiene en cada librería, qué libros hay, qué editoriales han desembarcado en el lugar.

A veces nos llevamos sorpresas porque quedaron ejemplares de otra época, esos libros que nadie consigue en ningún lado. Otras veces la sorpresa es que la sección de poesía argentina está al ras del suelo como el último orejón del tarro.

Creemos que nosotros, poetas y lectores de poesía, somos un eslabón fundamental de todo lo que suceda en el terreno de la difusión y comercialización de poesía argentina. Sabemos que podemos revertir entre todos esta zona de oscuridad.

Estamos en campaña permanente. Pedimos que todos vayan a las librerías y pregunten por los libros, por la sección de poesía, por algún volumen que quieran conseguir (aún sabiendo que no va a estar). Somos clientes. Tenemos derecho a exigir un cambio.

Todo aquel que quiera aportar su granito de arena, lo invitamos a que observen las librerías de su ciudad o pueblo, saquen fotos, vean qué hay como oferta y nos envíen sus conclusiones. Todo material será muy bienvenido.



Nuestro primer recorrido:

Librería De la Mancha, Av. Corrientes 1888. E-Mail: delamanchalibros@sion.com Tel.: +54 (11) 4372-018


Buena sección de poesía argentina. 


Estaban a la venta: la Poesía Completa de Joaquín Giannuzzi, compilada por Jorge Fondebrider, editada por Ediciones del Dock (Buenos AIres, 2000) y el volumen Un arte callado de Giannuzzi (edición póstuma), y la Poesía Completa de Jacobo Fijman, ambos editados por el Dock.



También están los libros de Editorial En Danza. Entre ellos: Estación/ Tierra/ Nada, de Andrés Cursaro; y El naturalista, de Alberto Muñoz. 

Varios volúmenes con obras de Juan Gelman. Y como señaló Javier Galarza al recorrer las fotos publicadas en el grupo de Facebook: "Veo en las fotos que está el libro Alejandra Pizarnik, de César Aira, editado por Beatriz Viterbo, a mi juicio el ensayo más lúcido que le han dedicado a la poeta".

¿La perlita? Una edición bellísima de la Fundación de Rokha con la obra y con ensayos críticos sobre la poeta Winnet de Rokha que fuera esposa del gran Pablo (207$).



sábado, 26 de febrero de 2011

Los trazos de Pandora (ensayo sobre poesía brasileña contemporánea por Martín Palacio Gamboa)



El poeta y crítico uruguayo Martín Palacio Gamboa nos ofrece su ensayo Los trazos de Pandora en el que recorre los nombres más destacados de la poesía brasileña contemporánea como Roberto Piva, Amador Ribeiro Neto, André Luiz Pinto, Antonio Carlos Secchin, Arnaldo Antunes,Claudio Willer, Dirceu Villa, Floriano Martins, Lau Siqueira, Rodrigo Petronio, Lucila Nogueira, Mariana Ianelli, Renato Rezende, Jose Geraldo Neres, Frederico Barbosa, y Donizete Galvao

Aquí va el link de descarga:

http://www.jornaldepoesia.jor.br/BHCAlivro08.pdf

Gracias Martín!!

martes, 22 de febrero de 2011

La familia china / María del Carmen Colombo



El novio de la china mayor, un italiano que la chica conoció en el conventillo, es un exhibicionista. A pulso, despliega frente a ella el tapiz de sus sentimientos, lleno de dragones y heroicos samurais. Dice que quiere ser director de cine y ensaya con la novia, que se disfraza de público para aplaudir las escenas más dramáticas del tapiz.
La chica, en cambio, quiere ser decoradora de interiores y ensaya con el muchacho. Pone caricias y besos artificiales adentro de los sentimientos del italiano. A veces su actitud enfurece a los dragones. Otras, los valientes samurais sacan sus espadas y le ofrecen casamiento.


                                              ***

Cuando las tres chicas se acercan, el padre cierra el abanico de sus sentimientos, de golpe. Tiene miedo el padre chino de que el calor de sus hijas desplanche las rayitas de su alma, plisadas con suma paciencia por sus antepasados.
El miedo le hace pitar de una boquilla elongada hasta el límite. Chupa del pico el hombre, y de su boca evaporada por el humo se desprenden pensamientos finitos como el perfil de un pez raya.
Es el opio de los pueblos con que carga su boquilla el que lo hace descifrar sus pensamientos en voz alta. "Esas tintoreras –dice de sus hijas— calientan la pava y después yo salgo hecho una planicie. Qué saben ellas, tan chiquitas, del trabajo que costó a mis antepasados imitar el oscuro abanico de las olas, escama por escama, durante milenios, hasta hacer de mi alma este biombo musical que sólo los hombres chinos saben desplegar con dignidad."
Al escucharlo, la más china de las tres chicas desenrolla el caracol de su rodete en señal de rebelión. Cae ondulado el bandoneón de su pelo, y el padre recuerda el golpe, seco, de una sombrilla al cerrarse.


de La familia china / Libros de Tierra Firme 1999

viernes, 11 de febrero de 2011

Alta marea, Enrique Molina



Cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan
se yergue como una cobra de oro el canto ardiente del orgullo
la errónea maravilla de sus noches de amor
las constelaciones pasionales
los arrebatos de su indómito viaje sus risas a través de las piedras
                 sus plegarias y cóleras
sus dramas de secretas injurias enterradas
sus maquinaciones perversas las cacerías y disputas
el oscuro relámpago humano que aprisionó un instante el furor
                de sus cuerpos con el lazo fulmíneo de las antípodas
los lechos a la deriva en el oleaje de gasa de los sueños
la mirada de pulpo de la memoria
los estremecimientos de una vieja leyenda cubierta de pronto
                con la palidez de la tristeza y todos los gestos del abandono
dos o tres libros y una camisa en una maleta
llueve y el tren desliza un espejo frenético por los rieles de
                la tormenta
el hotel da al mar
tanto sitio ilusorio tanto lugar de no llegar nunca
tanto trajín de gentes circulando con objetos inútiles o
enfundadas en ropas polvorientas
pasan cementerios de pájaros
cabezas actitudes montañas alcoholes y contrabandos informes
cada noche cuando te desvestías
la sombra de tu cuerpo desnudo crecía sobre los muros hasta el techo
los enormes roperos crujían en las habitaciones inundadas
puertas desconocidas rostros vírgenes
los desastres imprecisos los deslumbramientos de la aventura
siempre a punto de partir
siempre esperando el desenlace
la cabeza sobre el tajo
el corazón hechizado por la amenaza tantálica del mundo

Y ese reguero de sangre
un continente sumergido en cuya boca aún hierve la espuma de los
               días indefensos bajo el soplo del sol
el nudo de los cuerpos constelados por un fulgor de lentejuelas
               insaciables
esos labios besados en otro país en otra raza en otro planeta en otro
               cielo en otro infierno
regresaba en un barco
una ciudad se aproximaba a la borda con su peso de sal como un
               enorme galápago
todavía las alucinaciones del puente y el sufrimiento del trabajo
               marítimo con el desplomado trono de las olas y el árbol
               de la hélice que pasaba justamente bajo mi cucheta
éste es el mundo desmedido el mundo sin reemplazo el mundo
               desesperado como una fiesta en su huracán de estrellas
pero no hay piedad para mí
ni el sol ni el mar ni la loca pocilga de los puertos
ni la sabiduría de la noche a la que oigo cantar por la boca de las
               aguas y de los campos con las violencias de este planeta
               que nos pertenece y se nos escapa
entonces tú estabas al final
esperando en el muelle mientras el viento me devolvía a tus brazos
               como un pájaro
en la proa lanzaron el cordel con la bola de plomo en la punta y el
               cabo de Manila fue recogido
todo termina
los viajes y el amor
nada termina
ni viajes ni amor ni olvido ni avidez
todo despierta nuevamente con la tensión mortal de la bestia que
               acecha en el sol de su instinto
todo vuelve a su crimen como un alma encadenada a su dicha y
               a sus muertos
todo fulgura como un guijarro de Dios sobre la playa
unos labios lavados por el diluvio y queda atrás
el halo de la lámpara el dormitorio arrasado por la vehemencia
               del verano y el remolino de las hojas sobre las sábanas vacías
y una vez más una zarpa de fuego se apoya en el corazón de su presa
en este Nuevo Mundo confuso abierto en todas direcciones
donde la furia y la pasión se mezclan al polen del Paraíso
y otra vez la tierra despliega sus alas y arde de sed intacta y sin raíces
cuando un hombre y una mujer que se han amado se separan.

 Poesía selecta, Corregidor, 2009.